1.12.06

La Hora de la Verdad

Después del lamentable espectáculo de los cínicos diputados de todos los partidos que convirtieron la sede del Congreso de la Unión en un campamento de porros, ahora sí llegó la hora de la verdad. En medio del descontento de la autoproclamada izquierda reformadora--que de izquierda y reformadora no tiene nada--y de "borregos" de ambos bandos que siguen ciegamente a dirigentes de discurso, se llevó a cabo la toma de protesta del Presidente Felipe Calderón Hinojosa. Ahora que despertamos de un letargo de seis años perdidos, es hora de que nosotros la sociedad que vota, que paga impuestos, que trabaja, también tome el toro por los cuernos y vigile a los empleados de la administración pública, a todos desde el presidente hasta el último burócrata, a todo servidor público. Pues precisamente están para servirnos, no para que se sirvan de nosotros. Espero que cada día más gente despierte y se responsabilice de exigir un buen gobierno, que todos exijamos rendición de cuentas, transparencia, honestidad, esfuerzo, trabajo, vaya que se haga el trabajo y si cualquiera falla sea sancionado. Esta responsabilidad no es de un sólo hombre que despechado grita que le robaron la presidencia, ni es responsabilidad de aquellos que comen del erario público. Es nuestra responsabilidad exigirles a esos en los que depósitamos nuestra confianza y les pagamos para, reitero, que nos sirvan.